pepe dominguez

    pepe dominguez

    Viernes, 26 Julio 2013 00:00

    The inner light syndrome

    R12 Estudio para Inner light syndrome-Pepe Dominguez

    2013 Estudio para 'The inner light syndrome'

    Lunes, 15 Julio 2013 23:00

    El buen Ivan

    el buen Ivan bn-Pepe Dominguez

    2013 El buen Ivan. Madrid.

    Jueves, 15 Agosto 2013 12:00

    Estudio para "Tres hermanas"

    R14 Estudio para Tre Sorelle-Pepe Dominguez

    2013 Estudio para "Tres hermanas: extractos del diario de Stefania Tupputti"

    Jueves, 27 Junio 2013 10:00

    Estudio II

    R10b Como desaparecer completamente01-Pepe Dominguez

    2013 Estudio II para el tríptico "Como desaparecer completamente"

    Miércoles, 19 Junio 2013 23:00

    Estudio I

    R10 Como desaparecer completamente03-Pepe Dominguez

    2013 Estudio para el tríptico "Como desaparecer completamente"

    Jueves, 23 Mayo 2013 23:00

    Dead birds

    R05 Deadbirds-Pepe Dominguez

    2013 Dead birds

    Jueves, 23 Mayo 2013 23:00

    Oh Lord...

    R04 Oh Lord-Pepe Dominguez

    2013 Oh Lord, how many dead birds I need to fly

    Jueves, 23 Mayo 2013 23:00

    Taxidermia

    R03 Taxidermia-Pepe Dominguez

    2013 Taxidermia

    Domingo, 23 Agosto 2015 13:00

    Las Mayas

    La Indolente

    La Indolente

    La Expectante

    La Expectante

    La Desencantada

    La Desencantada

    La Descreida

    La Descreida

    La Juiciosa

    La Juiciosa

    Las Mayas, un cuento cruel

    Las Mayas o Fiesta de los Mayos era una antigua fiesta que fué recuperada (1988) en el madrileño barrio de Lavapies. Encantadoras niñas son entronizadas en improvisados altares en los alrededores de la Iglesia de San Lorenzo. La tradición obliga a que durante la mañana que dura la fiesta, mantengan una pose frontal completamente hierática, cosa que no siempre consiguen, pero cuando es asi y el jaleo alrededor disminuye, tienen algo de deidad primigenia, de antiguas diosas en festejos paganos.

     

     

    Viernes, 10 Mayo 2013 23:00

    Escrito en el agua

    EEA 01

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    EEA 02

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    EEA 03

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    EEA 04

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    EEA 05

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    EEA 06

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    EEA 07

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    EEA 08

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    EEA 09

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    EEA 10

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    EEA 11

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    EEA 12

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    EEA 133

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    EEA 14

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    EEA 15

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    EEA 16

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    EEA 17

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    EEA 18

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    EEA 19

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    Escrito en el agua

    Escrito en el agua está basado en el poema homónimo de Luis Cernuda, de su libro Ocnos. Estas ilustraciones digitales fueron realizadas sobre el año 2002 para el Libro Objeto ST "La realidad y el deseo", dedicado en esa ocasion a la figura del ilustre poeta.

    'Escrito en el agua' de Luis Cernuda

    Desde niño, tan lejos como vaya mi recuerdo, he buscado siempre lo que no cambia, he deseado la eternidad. Todo contribuía alrededor mío, durante mis primeros años, a mantener en mí la ilusión y la creencia de lo permanente; la casa familiar inmutable, los accidentes idénticos en mi vida. Si algo cambiaba, era para volver más tarde a lo acostumbrado, sucediéndose todo como las estaciones en el ciclo del año, y tras la diversidad aparente siempre se traslucía la unidad íntima.

    Pero terminó la niñez y caí en el mundo. Las gentes morían en torno mío y las casas se arruinaban. Como entonces me poseía el delirio del amor, no tuve una mirada siquiera para aquellos testimonios de la caducidad humana. Si había descubierto el secreto de la eternidad, si yo poseía la eternidad en mi espíritu, ¿qué me importaba lo demás? Mas apenas me acercaba a estrechar un cuerpo contra el mío, cuando con mi deseo creía infundirle permanencia, huía de mis brazos dejándolos vacíos

    Después amé a los animales, los árboles (he amado un chopo, he amado un álamo blanco), la tierra. Todo desaparecía, poniendo en mi soledad el sentimiento amargo de lo efímero. Yo solo parecía duradero entre la fuga de las cosas. Y entonces, fija y cruel, surgió en mí la idea de mi propia desaparición, de cómo también yo me partiría un día de mí.

    ¡Dios!, exclamé entonces, dame la eternidad. Dios era ya para mí el amor no conseguido en este mundo, el amor nunca roto, triunfante sobre la astucia bicorne del tiempo y de la muerte. Y amé a Dios como al amigo incomparable y perfecto.

    Fue un sueño más, porque Dios no existe. Me lo dijo la hoja seca caída, que un pie deshace al pasar. Me lo dijo el pájaro muerto, inerte sobre la tierra el ala rota y podrida. Me lo dijo la conciencia, que un día ha de perderse en la vastedad del no ser. Y si Dios no existe, ¿cómo puedo existir yo? Yo no existo ni aun ahora, que como una sombra me arrastro entre el delirio de sombras, respirando estas palabras desalentadas, testimonio (¿de quién y para quién?) absurdo de mi existencia.

    Luis Cernuda
    Ocnos

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